LA HISTORIA DE LA MODA

 El concepto de moda tal y como se entiende actualmente surgió en el Renacimiento. Aparecen, así, profesionales de la costura que se esforzaban por crear trajes originales, de vivos colores y formas imaginativas, otorgando gran relevancia a las mangas, los pliegues y las caídas de tela.


Charles Frederick Worth fue un diseñador de modas nacido en Reino Unido. Es considerado el padre del negocio moderno de la moda y de la alta costura, por ser pionero en la firma de sus diseños, al igual que hacían artistas de otros campos como la pintura o la literatura.

En el siglo XIV cuando se comienza a tener un concepto de moda. A partir de entonces ha habido diferentes diseñadores y prendas  que han marcado época y hablamos de historia de la moda. A continuación os vamos a mencionar algunos de ellos.

Paul Poiret, el hombre que había declarado la guerra al corsé. Ganó fama con la creación de la denominada silueta “La Vage”. Era tan estrecha por abajo que con ella solo se podía andar dando diminutos pasos. “He liberado sus torsos, pero les he atado las piernas”, ironizaba el modista. 

El culto a la juventud y las ansias de rebeldía motivaron el surgimiento de la reconocible (e inspiradora) estética flapper. Caracterizado por vestidos que marcaban discretamente el pecho y la cintura, aderezados con cuentas de cristal, joyas o plumas, melenas cortas y rodillas descubiertas, este look logró desafiar los ideales de belleza de la época. Otro hito de la década fue la introducción del “little black dress” de Coco Chanel.

Ante la Gran Depresión, el cine era la mejor vía de escape. Bette Davis, Jean Harlow o Joan Crawford deslumbraban en la pantalla con sus glamurosos trajes. Los vestidos en seda cortados al bies, técnica popularizada por Madeleine Vionnet, marcaron época.

Una de las consecuencias menos predecibles de la Segunda Guerra Mundial fue la gran popularidad del traje de baño de dos piezas, ideado a causa del racionamiento de tejidos impulsado por el gobierno estadounidense a partir de 1943. 

Presentado en 1947, el “New Look” de Christian Dior definió la década de los 50. Tras la austeridad y las limitaciones de una época de guerra las mujeres soñaban con derroche de tejidos y faldas con vuelo. La moda de Dior dejaba atrás los oscuros tiempos pasados para devolver al armario femenino el glamour, lujo y belleza.


En los años 60s sugió la minifalda atribuida a Mary Quant.  Símbolo que marcó la década precedida de las plataformas en los 70s. Durante esta epoca los vaqueros ensancharon las perneras, los tacones ganaron en grosor y los tejidos sintéticos inundaron las tiendas. Si en Nueva York el estilo disco marcaba las tendencias que posteriormente se pasearían por el legendario Studio 54, en Londres imperaba la estética punk liderada por Vivienne Westwood y Malcolm McLaren.

Años después empezaron  a imponerse los zapatos puntiagudos, accesorios y complementos como bolsos que se llevaban al codo y estampados de flores que, en los años 60, son sustituidos por pantalones de campana y blusas de algodón. Se mantienen los temas floreados que se mezclan con “moda retro”, triunfando las botas entre las mujeres.

En la historia de la moda el acceso de las mujeres a cargos directivos en el ámbito laboral también supuso un cambio en los códigos de vestimenta: el traje de falda y chaqueta con hombros anchos se convirtió en símbolo de estatus.

Frente a la opulencia de décadas anteriores en los 90s surgió una corriente que teñida de gris, blanco y negro apostaba por la sobriedad y  los básicos de calidad. Los diseñadores americanos – Marc Jacobs, Donna Karan, Raph Lauren y Calvin Klein–, apoyados por Vogue, se consolidaron con fuerza. A medida que avanzaba la década, la explícita belleza de las top models fue siendo desplazada por modelos de aspecto andrógino y aniñado.

A partir del siglo XXI, año 2000 se empieza a hablar de tribus urbanas y se asocian una serie de marcas y estilos a cada una de estas “tribus”. El traje y los vestidos clásicos se llevan solo en ocasiones especiales y para trabajar en entornos exclusivos o de cara al cliente. Nace una tendencia hacia la customización de la ropa. Son muchas las personas que crean sus propias prendas y accesorios y las opciones de diseño y personalización se incluyen en procesos de fabricación a escala mundial.

Este aparentemente corto periodo de tiempo se vuelve muy (pero que muy) largo si hablamos en términos de moda. Los cambios sociales han dejado su impronta en los estilismos, prendas como el bikini han desatado auténticas revoluciones y, pese a la constante recuperación de tendencias pasadas por parte de los diseñadores.

La ropa es un reflejo de la personalidad y la individualidad de cada persona, una forma más de expresarse. La moda de diseño vuelve a ser trendy y se considera artistas a modistas y diseñadores de moda.



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